"Una de las condiciones primeras [para ser periodista] es
la curiosidad. Los filósofos llamaban a esto capacidad de
asombro, e implica una cierta ingenuidad de espíritu, un amor a
lo nuevo, un estar dispuesto a dejarse sorprender cada mañana.
En esta capacidad de asombro reside el fundamento del conocer y por eso
la rutina es el peor enemigo de la sabiduría. Lo bueno de los
periodistas, de los periodistas a secas, es que se interesan por todo,
se enamoran de todo, se arrebatan por todo y para todo. [...]
¿Qué es común a todo ellos? Te lo repito, hermano,
la curiosidad, la maldita curiosidad por saber lo que hay detrás
de las puertas, debajo de las alfombras, dentro de los cajones o en el
interior de las camas. O sea que no me preguntes nunca más si
tienes vocación, pregúntate a ti mismo si te interesa
averiguar, cuánto miedo tienes a saber, a descubrir, a conocer,
a investigar, a hablar y, en ocasiones, a callar. Mírate al
espejo y responde: ¿es para ti eso más importante que
nada? ¿Más que el dinero, la familia, la salud, la
tranquilidad? ¿Disfrutas mirando? Entonces eres un periodista."
A todos los periodistas en su día. Un humilde homenaje desde este blog.