En una ciudad de EE.UU. muere un eminente
cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y pomposo funeral.
En medio de la Iglesia, y detrás del ataúd, se encontraba un gigantesco corazón todo cubierto de flores.
Terminado el servicio fúnebre y leído el responso, el corazón se abre en dos y el ataúd, al son de una hermosa música, se desliza suavemente dentro del corazón.
Una vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd, desaparece de la vista de los presentes, encerrado para toda la eternidad en el enorme corazón.
En ese momento se oye la risa de uno de los amigos del difunto.
Todos los presentes se dan vuelta para mirarlo y el señor se disculpa diciendo:
?¡Perdón! Lo siento mucho? Estaba pensando en mi propio funeral, soy ginecólogo?
Visto en
Rufadas