Cuando llegan al Paraíso, tratan de pasar el gran portón para entrar, y se encuentran con San Pedro.
El Santo le pregunta a la primera monja:
Hermana Juana, ¿usted tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana sonríe tímidamente y responde:
Bien? una vez toqué la cabeza de uno, con la puntita del dedo.
Ok, dice el Portero del Cielo, no es tan grave, meta la punta del dedo en esta pira de agua bendita y atraviese el portón?
San Pedro le pregunta a la segunda monja:
Hermana Clotilde, ¿y usted tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana traga saliva y dice:
Bien?.una vez acaricié uno?
Siendo así, determina San Pedro, meta toda la mano en el agua bendita y atraviese el portón.
De repente se arma un quilombo en la fila de monjas. Desde el fondo una empieza a empujar a las de adelante para pasar primera. Cuando la monjita agotada llega al principio de la fila, San Pedro le pregunta:
Hermana, cual es tu nombre?
Jacinta señor.
Hermana Jacinta ¿por qué está tan apurada?
A lo que la monja le responde:
Es que si voy a tener que hacer gárgaras con ese agua, mejor lo hago ahora antes de que la hermana Claudia se lave el orto?